Capítulo Dos, La Guarida de la Brujaraña

Sapos y BrujArañas - Morgan Olufsen
 

Un niño humano camina por el pasillo de su casa, es de noche, muy tarde.

Se supone que es lo suficientemente mayor como para dormir solo, pero muchas veces tiene miedo en la oscuridad de su habitación.

Cuando eso ocurre reune el valor suficiente para salir de su cama, y atravesar el pasillo rápidamente hasta la habitación de sus padres.

En el mejor de los casos mamá le dejara dormir con ellos, y en el peor de los casos papá le acompañará a la cama para asegurarse de que no hay nada debajo de ella.

Y ambas cosas son mucho mejores que dormir con ese monstruo horrible que hay debajo de su cama, y que cambia de rostro según la ultima película de terror que haya visto de soslayo en la televisión.

Y cuando está cruzando la sala de estar, las ve, en mitad de su jardín.

Primero pasa una, encorvada sobre un bastón, es gris, y tiene los ojos amarillos. La segunda la sigue a pocos pasos y lleva una especie de lanza, es verde, y ambas, son enormes. El sabe como es una rana, y las ranas normales no miden casi tanto como él.

El niño empieza a retroceder, y justo cuando la primera rana desaparece de su campo de visión choca contra el pequeño mueble del salón, varios jarrones se tambalean.

El niño aterrado, piensa que:

- Porfavor, porfavor, que no me hayan oido, que no me haya oido, que no me haya oido...

Le ha oido.

La que lleva la lanza gira la cabeza en su direccion, y dos ojos violetas muy claros se clavan en él.

Al pobre Timmy le gustaria gritar, pero tiene tanto miedo que el grito se le queda atravesado en la garganta.

La rana le mira, luego mira la lanza, y como si se hubiese dado cuenta de algo, la aparta hacia atrás intentando ocultarla de sus ojos.

Luego, la criatura sin dejar de mirarle levanta una mano y le saluda.

En ese instante ve como la rana gris, que ha retrocedido sobre sus pasos se acerca a la de la lanza. La mira, mira luego en dirección a Timmy, y luego le da un ligero empujón a la que lleva la lanza.

Ambas se van, atravesando su jardín en la dirección que llevaban inicialmente.

Puede que el pequeño Timmy las recuerde un tiempo, pero si sus padres no lo consiguen, tarde o temprano, el mundo en el que vive y que esta bajo el hechizo de la negra magia de las BrujArañas le convencerán de que no.

De que no habia dos ranas gigantes en su jardín.

Ahora Skarla y Nulea están ya casi en la cueva de la BrujAraña, y Nulea ayuda a su madre a escalar el muro de piedra que rodea ese lugar infecto.

  • Pero Madre, la cría humana nos ha visto!

  • Y tu no tenías que saludarle.

  • Pero caminaba, era muy mayor, y nos vió igualmente.

  • Algunos tardan más en volverse ciegos. Ahora céntrate en lo que hacemos.

Al final Skarla consigue llegar a la parte superior del muro. De un brinco Nulea tambien sube para inmediatamente dejarse caer al otro lado y allí -lanza en mano- clava sus ojos en la oscuridad a la búsqueda de su enemigo mientras Skarla hace lo que puede para descolgarse.

Cuando lo consigue, recupera su bastón y observa ella también.

Los humanos construien pesimos refugios, suelen entrar a través de una especie de trampillas de madera. Pero esta BrujaAraña ha construido todo un lateral de su guarida con ese material transparente. Un material que no saben como se llama, pero saben que lo usan tambien en las cajas-que-se-mueven, por eso pueden verlos dentro.

Nulea se pregunta si esa cosa transparente y frágil la saquearán en algún lugar lejano como hacen con la comida o con la piedra, o si es como tantas otras cosas obra de las BrujArañas y está construido de la nada.

En todo caso es bueno que la BrujAraña se haya decidido por ese material transparente, saben que es frágil.

Sin pensarselo dos veces se hacen con una roca pesada que hay tirada en el falso-bosque que rodea a veces las construcciones humanas, y mientras Skarla sostiene el arma sagrada, Nulea toma carrerilla y atraviesa la pared transparente con la piedra, causando mucho ruido, y haciendo que toda la pared se derrumbe hecha añicos.

Su madre le da el arma, y sin demora se adentran en la cueva de la malvada criatura.

Nulea piensa que nunca podrá acostumbrarse al interior de estos lugares, y es que mire donde mire no hay nada que sea normal, nada.

Todo esta lleno de construcciones de BrujAraña. Al fondo, puede ver una de esas cajas-de-imagenes que su enemigo usa para adormilar a los esclavos humanos.

La han dejado activada, y dentro de la caja se ve un lugar que no es este lugar, y una gente que ellas saben que en realidad no estan ahí. Skarla le contó que probablemente las BrujArañas atrapaban esa gente y metían sus almas dentro.

Si es así, a Nulea no le parece que sean infelices dentro de la caja. Ahora mismo en la caja se ve a una criatura humana que parece disgustada, pero entonces aparece otra criatura humana y le ofrece una caja de color azul.

Esa caja seguramente les da poder mágico, porque de golpe están las dos humanas volando a través de las nubes con una sonrisa en el rostro.

- Nulea, apártate de la caja-de-imágenes... podría volverte estúpida.

En otro rincón hay mas cajas-de-imagenes, pero estas són mas pequeñas,y no tienen humanos atrapados dentro. En esas cajas-de-imagen un montón de lineas de colores y simbolos extraños se mueven y parpadean. Se acercan a ella esta vez las dos, y Skarla repara en que las dos cajas-de-imagen tienen una manzana dibujada en la parte inferior.

No tienen ni idea de que es esa cosa, pero ambas, pueden percibir la maldad que emana de ese objeto.

- Es el caldero, su herramienta-de-hacer-el-mal -Dice Skarla

Cada bruja tiene su caldero, tiene "algo" con lo que hacer el mal o bien corromper a los demás. El caldero no es igual para todas, pero siempre tiene la misma finalidad.

Nulea nunca había visto una caja-de-imagenes-caldero, y está a punto de preguntar por ello cuando oyen las pisadas. Ambas guardan silencio, y unos segundos más tarde, la ven.

Descendiendo por uno de los túneles que comunica con la parte superior de la guarida. Y mientras desciende, habla.

Es una suerte que ni Skarla ni Nulea sepan hablar el idioma de los humanos. Las BrujArañas no tienen un idioma, siempre roban el de los humanos que esclavizan. Aún así, su madre la advierte en un susurro...

- No la escuches, el mal no dice nada que valga la pena escuchar.

Parece que se apoderó de una hembra, lo saben porque tiene esas protuberancias en el pecho que tienen algunos animales hembra. Pero eso es irrelevante, las BrujArañas no tienen sexo.

Va cubierta con esas cosas con las que los humanos cubren sus cuerpos desnudos da igual que haga frio o calor, y la que ella usa para cubrirse es de color azul.

Se mantienen agazapadas en la oscuridad de un rincón mientras esperan el momento adecuado. Y les gustaría esperar justo a tenerla al lado, para asegurar el golpe, pero cuando la criatura llega finalmente abajo, es ella la que consigue dislumbrarlas en la oscuridad.

A pesar de la desconcertante fisonomía humana, pueden ver el terror en el rostro de la criatura cuando las ve. Quizás sea un engaño o quizás este aterrorizada de verdad, porqué el mal también puede tener miedo.

Pero en todo caso eso ya no importa, Skarla grita "AHORA" y su joven hija salta propulsada hacia ella con el arma sagrada apuntando a su corazón.

Por desgracia esta BrujAraña se apoderó del cuerpo de un humano fuerte, y soltando un grito de sorpresa se aparta hacia atrás rápidamente.

Nulea solo consigue rozarla -y además- se cae sobre un montón de cosas extrañas que se rompen a su alrededor al tocar el suelo.

Ve sangre en la punta de la lanza y sabe que le ha dado -BIEN- se incorpora rápidamente y cuando se da la vuelta puede ver que la BrujAraña intenta huir arrastrandose mientras sangra. Por suerte, Skarla dejó su viejo bastón y se aferra a una de las patas de la BrujAraña con todas sus fuerzas intentando evitar que escape.

Nulea piensa que ya la tienen, pero no sabe que la criatura no es huir lo que intenta, la BrujAraña intenta alcanzar algo que tenía en la mano y que ahora está en el suelo, algo que traía con ella al bajar la escalera y que se le cayó cuando Nulea la atacó.

Se prepara para atacar de nuevo pero es tarde, la criatura alcanzó la cosa con una mano, y la lleva hacía Skarla mientras grita sin parar algo que ellas no pueden ni quieren entender.

Cuando la hija esta a punto de saltar hacia ella ocurre.

Una luz cegadora que nace de la mano de la BrujAraña iluminando durante medio segundo todo el lugar, un ruido corto, pero tan intenso que perfora las orejas y las atraviesa.

Nulea no sabe lo que es, pero sabe que no es bueno.

Salta de nuevo hacia el enemigo, y -intentando no darle a su madre- falla de nuevo, no le atraviesa el corazón, el arma impacta en el rostro del monstruo, y solo consigue arrancárle un ojo y parte de la cara.

El ruido-chispazo se repite, esta vez muy cerca de Nulea, pero ella no se detiene, levanta el arma sagrada y con todas sus fuerzas la deja caer sobre el negro corazón de la vil criatura.

El monstruo deja de hablar y de gritar por fin. El oscuro espíritu de la BrujAraña desaparece, y el alma ennegrecida de su huéspued encuentra por fin un descanso.

- Esta muerta madre. - Dice cuando va a ayudarla a levantarse.

Pero Skarla no responde.

De algún modo el ruido-chispazo hizo aparecer un agujero enorme en la mitad de la garganta de Skarla, la sangre está saliendo a borbotones.

Skarla intenta decirle algo, y Nulea le sostiene la mano, pero solo puede oir los borbotones de sangre.

Nunca sabrá que lo que Skarla quería decir es que estaba orgullosa de ella, que debía encontrar un macho y darle nietos, y que no se preocupase porque -de todos modos- ya no le quedaba nada por hacer.

Esa noche muere un ser malvado y antiguo, y muere también una criatura buena y vieja. Skarla ya se lo había advertido...

Que a veces es así, que a veces nadie gana.